2 de Febrero. Las Candelas

Cinco chicas del pueblo entran en la iglesia, cantando y vestidas con trajes regionales; y hacen ofrendas a la Virgen: dos palomas y una «rosca de piñonate», dulce típico del pueblo.

Su origen se remonta al papa Gelasio, en el 496, quien instituyó la fiesta de la Purificación de la Virgen, asimilando festejos romanos y otros anteriores en que se rendía culto a la fecundidad.

Bestidas con el traje típico regional, reciben el nombre de “purificadas”. Lleva cada una un distintivo: la primera porta una pandereta que toca acompasadamente y con la que acompaña el canto que ejecutan ella y sus cuatro compañeras de ofrenda.

FIESTAS
RELIGIOSAS

Para esto existen unas coplas rituales en honor de la Virgen. Las cuatro restantes van en parejas: la primera pareja porta sendas palomas y la segunda lleva la tradicional rosca de la Virgen Deleitosa.
Las niñas que llevan las palomas, al canto de la copla hecha para tal fin, las sueltan para que revoloteen libremente por el templo. Creemos que ésta es la copla aludida: “Presentad estas palomas, que es ofrenda acostumbrada, que en la gran Ley de Moisés todas las pobres llevaban”. Las niñas que conducen las roscas de la Virgen también se las presentan a la imagen y temporalmente las dejan en el altar. Terminada la misa, las rifan entre los concurrentes; en esta rifa deben participar todas las familias de la localidad.

Las coplas de la Virgen, de 29 estrofas, aluden a la pureza y humildad de María, al misterio de la purificación, a sus dolores, a las prerrogativas que ella tiene en el cielo. Las 5 últimas coplas son de petición a la Virgen por las intenciones del párroco, los mayordomos, el gobierno, por los concurrentes a la festividad y por las “purificadas».